En situaciones donde se desean montar aulas informáticas con pocos recursos o se dispone de aulas con equipos obsoletos que se desearía aprovechar con la menos inversión posible, las soluciones basadas en clientes ligeros suelen ser una muy buena opción.
Una infraestructura basada en clientes ligeros consiste en:
En su concepción más clásica, un cliente ligero es un equipo que utiliza un software específico para poder conectarse a un servidor y trabajar desde éste. Los equipos que ejercen de clientes ligeros pueden ser ordenadores cualquiera, o hechos a medida para funcionar como clientes ligeros.
El cliente ligero se encarga de gestionar así la entrada y la salida de datos entre el usuario y el servidor, siendo este último quien realiza todas las tareas relacionadas con el procesamiento de la información.
En los clientes ligeros, como se ha comentado, la mayor parte del procesamiento se realiza en el servidor, por lo que muchos clientes conectados pueden provocar una sobrecarga de éste.
Se recomienda pues, el uso de éste tipo de equipos para lanzar aplicaciones ofimáticas, navegadores, o aplicaciones educativas, tipo jclic.
No se recomienda el uso de este tipos de equipos para virtualitzación de máquinas o procesos que requieran un gran consumo de recursos (procesador, RAM disco duro, etc.), tales como la edición de vídeo o bases de datos pesadas, entre otros.
Se recomienda utilizar este tipos de equipos con:
Ligero | Semi-ligero | |
Aplicaciones | Servidor | Cliente |
Ram | Servidor | Cliente |
/home | Servidor | no se guarda |
En la tabla podemos observar donde se están consumiendo los recursos en función del tipo de cliente que estamos utilizando.